El paso a los tuiteros y el número ideal del Gobierno para las próximas elecciones legislativas

Los armadores del gobierno de Javier Milei trabajan en las alianzas electorales de cara a las legislativas de 2025, y con el deseo de consolidar un bloque oficialista de 92 diputados, en acuerdo con otras fuerzas políticas.

La debilidad parlamentaria es quizás una de las obsesiones de la administración libertaria que apuesta a fortalecer el bloque en ambas cámaras, lo que le permitirá al Poder Ejecutivo consolidar los planes que tiene en mente sin depender de la rosca política permanente.

Con 39 diputados, luego de que expulsión de Lourdes Arrieta por la polémica abierta con la visita a ex militares condenados por delitos de lesa humanidad en el Penal de Ezeiza, el bloque oficialista debe negociar permanentemente con el PRO, algunos radicales díscolos, partidos provinciales y los tres integrantes del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) para alcanzar sus objetivos.

Por eso, la idea es poder confluir en un espacio conjunto que nuclee a “todos los que quieran acompañar desde el centro a la derecha”, y terminar de traducir los acuerdos que ya se tejen en el terreno legislativo en alianzas electorales se presenta como el objetivo central. 

Para eso, apuestan a consolidar entre 18 y 20 escaños en la provincia, que renueva 35 lugares, y hacer pie en el bastión que el PRO gobierna desde 2007, pasando de dos bancas en la Ciudad a 8.  

Los números esperanza al oficialismo por ser el espacio «con menos legisladores a renovar». «Es todo ganancia», señaló un funcionario con acceso al despacho presidencial.

Nombres que ilusionan, el lugar para los tuiteros y las negociaciones en curso

Si bien el Gobierno se cuidan de hablar de nombres, ven con buenos a José Luis Espert y a Diego Santilli, del PRO, quienes deberán renovar bancas el próximo año, como potenciales cabezas de listas ante un potencial acuerdo electoral.

Con los objetivos fijados, lo libertarios preparan actos en las provincias para el desembarco de la fuerza, con especial atención en el territorio bonaerense, donde el armador Sebastián Pareja lleva adelante la tarea bajo la estricta supervisión de la secretaria General del Presidencia y titular de La Libertad Avanza, Karina Milei, quien encabezó un acto en La Plata en las últimas semanas.

“Quieren que este gobierno fracase. Les pido por favor, juntemos fuerzas, redoblemos los esfuerzos para poder llevar las ideas de la libertad a cada rincón de la Argentina”, planteó en el Club COPARA de Villa Elvira, y pidió: “Por eso, no nos podemos relajar. Tenemos que trabajar el doble que ellos y estar en todos lados con la Libertad Avanza fuerte para llenar el Congreso de Diputados y Senadores que apoyen las reformas que necesitamos para salir adelante”.

Al respecto, y en una especie de reedición peronista -o “el nuevo peronismo” como les gusta llamarle por los pasillos de Rosada- la lealtad a proyecto es casi la única prenda de garantía que piden los libertarios. 

Con la premisa establecida, la posibilidad de llevar a tuiteros y youtubers del espacio como candidatos cobra sentido. «Son los que mejor representan las ideas de la libertad», reafirmó un colaborador estrecho de Milei. 

Luego de presentar la renuncia al cargo que ocupaba en Capital Humano, Leila Gianni dejó trascender sus intenciones de formar parte de las listas en La Matanza, pero desde el círculo rojo no confían en sus objetivos. «Es un servicio de Massa», sintetizó un alfil violeta y dio por terminado el debate.  

Mientras el Gobierno apuesta por la consolidación de La Libertad Avanza como sello nacional, y en el camino recopila los nombres necesarios, nace en paralelo La Carlos Menem. Se trata de una agrupación en la que confluirán dirigentes libertarios y peronistas que, inspirados en el fallecido ex presidente, funcionará como un respaldo a la administración libertaria.

Con las bases establecidas, el asesor presidencial, Santiago Caputo, retomó los mano a mano con el expresidente Mauricio Macri, y con Cristian Ritondo como interlocutor, lograron sellar una especie de fortaleza legislativa que -al momento- garantiza las voluntades del Ejecutivo. 

Los guiños al titular del PRO, como el desembarco de María Tettamanti a la Secretaría de Energía, tras la negociación del secretario de Coordinación de Energía y Minería, Daniel González, con a Emilio Apud, exsecretario de Macri y representante de la Fundación Pensar, y la llegada de Eduardo Bustamante a Cancillería en reemplazo de Leandro Sahores, amortiguan las críticas a la gestión y abren un nuevo canal de diálogo necesario con el 2025 a la vuelta de la esquina. 

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