James Vowles, jefe de la escudería
El capo de la escudería británica se mostró triste con el resultado del equipo, pero pidió no rendirse y pasar de página.
El desenlace del Gran Premio de Brasil no fue el esperado para todos los argentinos que se acercaron al autódromo José Carlos Pace para alentar a Franco Colapinto. Tampoco lo fue para Williams, que venía transitando una senda de crecimiento constante y se topó con uno de sus días más difíciles: vio a sus dos autos accidentarse en la clasificación, por la mañana del domingo; no llegó a reparar el de Alexander Albon, quien ni siquiera largó, y por la tarde sufrió una nueva piña del pibe de 21 años. Tras una jornada durísima, James Vowles, jefe de la escudería, dio la cara por los suyos.
«Lo naturaleza de la Fórmula 1 marca que podés tener algunas de las sensaciones o resultados más increíbles, pero también algunos de los más bajos. Es justo decir que este fue uno de los segundos. Sufrimos tres choques increíblemente grandes con tan solo una hora entre cada uno«, comenzó el ingeniero británico, quien advirtió en el sitio oficial del equipo que «tenemos una tremenda cantidad de trabajo por hacer para ponernos de pie antes de ir a Las Vegas en unas semanas».
Uno de los golpazos más grandes para Williams, además de no haber podido completar la carrera, es cómo le fue a uno de sus rivales directos: Alpine, que estaba abajo en el campeonato de constructores, metió a sus dos máquinas en el podio y lo dejó muy atrás. «Fueron rápidos y merecen esas posiciones, no hay dudas de eso. Sumaron una bolsa de puntos gigante que los puso en una posición alta en el campeonato, haciéndonos bajar al 9°», se lamentó Vowles.
Pero, como cabeza del grupo, el capo de la escudería exigió ponerse de pie: «Yo nunca me rindo hasta que sea la hora de hacerlo, y eso no será hasta que baje la bandera a cuadros en Abu Dhabi. Tenemos dos primeros pilotos y tenemos un auto rápido, debemos ir a cada uno de estos fines de semana a entregar todo lo que tenemos y asegurarnos de estar mirando hacia el futuro, el 2025 y 2026, ya que ahí está puesto nuestro objetivo realmente«.
A pesar de que la carrera del equipo terminó con el choque de Franco, que obligó a sacar la bandera roja, Vowles la siguió hasta que Max Verstappen cruzó la recta principal por última vez. ¿Su explicación? «Quería mirar esta carrera hasta el final para asegurarme de recordar este día, porque esto no es lo que quiero que sintamos en el futuro».
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