El tenista Rafael Nadal vivió un momento especial antes de lo que podría haber sido su despedida del tenis profesional. Durante la serie de Copa Davis entre España y Países Bajos, el equipo español salió al estadio y cuando sonó el himno español, no pudo aguantar sus lágrimas y emoción.
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Con once mil espectadores en las gradas, Nadal cerró la fila de jugadores españoles encabezada por el capitán David Ferrer. La cámara enfocó al tenista mallorquín, cuyas lagrimas no tardaron en aparecer, emocionado por el cálido reconocimiento de la afición.
En la cancha, Nadal enfrentó al neerlandés Botic Van de Zandshulp en un duelo que resultó ser más complicado de lo esperado. El español no logró descifrar el juego del rival en una superficie rápida que favoreció los potentes golpes del neerlandés, cayendo por doble 6-4, tras casi dos horas de competencia.
El encuentro podría ser el último en la legendaria carrera de Nadal, ya que el pase de Países Bajos a semifinales dependerá de un triunfo de Tallon Griekspoor sobre Carlos Alcaraz en el siguiente partido. Sin embargo, más allá del resultado, su legado en el tenis trasciende cualquier marcador.
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