Arte y residuos se fusionan dando origen al logo de Anchipurac
Lo que para algunos son residuos o desperdicios, para otros son materiales útiles para crear las más variadas obras y nuevos objetos con un valor económico y simbólico.
El concepto de residuo varía según la perspectiva, el uso que se le dé y la conciencia que cada sociedad tiene a la hora de valorar el ambiente y los recursos que la Tierra le proporciona. En las últimas décadas, el reciclaje ha cobrado una importancia crucial, no solo en la vida cotidiana, sino también en el ámbito artístico y cultural. Materiales que antes se consideraban basura ahora son transformados en obras de arte, demostrando que la sostenibilidad también puede ser una fuente de creatividad e inspiración.
Con el objetivo de promover, a través del reciclaje creativo, la conciencia y el respeto por el ambiente y los recursos naturales, la Secretaría de Ambiente de la provincia ha aplicado técnicas de recuperación y reutilización de materiales para la construcción del isologo del Gobierno provincial. Esta iniciativa surgió de manera conjunta entre el secretario de Ambiente, Federico Ríos, la directora Jenifer Tudela y los equipos de diseño, redes sociales y mantenimiento.
Al momento de modificar el logo del ingreso al Centro Ambiental Anchipurac, y como una forma de fomentar la correcta disposición de los residuos, la revalorización de los mismos y la aplicación completa del modelo de economía circular, se decidió realizar el isologo utilizando elementos recuperados. Para su elaboración, los integrantes del área de mantenimiento del edificio se encargaron de buscar los materiales necesarios en el Parque de Tecnologías Ambientales. Allí recuperaron retazos de chapa de unos 2 milímetros de espesor y comenzaron a trabajar en la reproducción del isologo, de 60 centímetros de diámetro, que fue instalado en la entrada del edificio.
El proceso de producción incluyó la creación de un diseño en tamaño real que sirvió como guía para producir cada una de las 26 piezas que componen el logo. Estas partes fueron elaboradas artesanalmente con martillos y caños, también recuperados, para darles las formas curvas necesarias. Posteriormente, esas piezas fueron medidas, soldadas y ensambladas, para finalmente ser montadas sobre una base de chapa y colocadas en el frente norte del edificio, donde ahora son una atracción para todos los visitantes que llegan al lugar.
El equipo de mantenimiento que materializó esta idea de recuperar y reutilizar materiales, ya cuenta en su haber con otras obras realizadas con la misma modalidad, entre ellas la cartelería externa del edificio, un mástil y hasta camitas para mascotas que fueron entregadas a quienes participaron de un concurso.
Este proyecto no solo destaca la importancia del reciclaje y la reutilización de materiales, sino que también refuerza el compromiso de la comunidad y del Gobierno de San Juan con la sostenibilidad y el cuidado del ambiente, mostrando que incluso los desechos pueden tener una segunda vida llena de significado.
Centro Ambiental Anchipurac
Se erige imponente al pie del cerro Parkinson transformando lo que alguna vez fue el mayor basural de la provincia en un símbolo de innovación y sustentabilidad. Este centro no solo redefine el paisaje con su arquitectura vanguardista, sino que también juega un papel crucial en concientización, sensibilización y educación ambiental para fomentar e implementar buenas prácticas ambientales en toda la sociedad.
Anchipurac tiene una fachada diseñada para evocar las facetas de las montañas, rompe con los ángulos rectos tradicionales y adopta planos inclinados, integrándose armoniosamente con el entorno natural. El interior del edificio, por otro lado, simula las cárcavas, esas grietas formadas por el agua en el suelo sanjuanino, creando un espacio que refleja la interacción continua entre la naturaleza y la arquitectura.
Este edificio es un ícono del diseño bioclimático y la arquitectura sustentable en Argentina. Aproximadamente el 40% de su estructura está ubicada por debajo del nivel del terreno natural, a más de dos metros de profundidad, característica que permite que el edificio se beneficie de la temperatura de la tierra, ofreciendo frescura en verano y calidez en invierno sin necesidad de recurrir a sistemas de climatización convencionales.
Está diseñado para maximizar el uso de la luz y el calor solar, adaptándose a las diferentes estaciones del año. Emplea energías limpias y renovables, como la solar fotovoltaica y la geotérmica por agua, asegurando un suministro energético sostenible.
Anchipurac tiene como uno de sus pilares promover una cultura ambiental no solo para las futuras generaciones; sino que también es fundamental para las generaciones actuales. El cuidado del planeta no puede esperar; debemos actuar ahora.
El Centro Ambiental Anchipurac, con su diseño innovador y su compromiso con la sostenibilidad, se destaca como un ejemplo a seguir en la arquitectura y la educación ambiental.
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