Colapinto “Está bárbaro y tranquilo”, dijo su padre

Aníbal Colapinto, padre del piloto argentino de Fórmula 1, Franco Colapinto afirmó hoy que su 
hijo está «bárbaro y tranquilo», a la espera de su oportunidad en la escudería francesa Alpine.

«Él está bárbaro y tranquilo. Ahora está en China trabajando con el simulador, cumpliendo con todo lo que le piden, y apoyando al equipo, que es lo que tiene que hacer», expresó.

El joven bonaerense se sumó recientemente a Alpine como piloto de reserva, luego de su paso por Williams, la escudería que le dio la oportunidad de disputar nueve carreras durante 2024, luego de haber reemplazado al estadounidense Logan Sargeant.

Asimismo, Aníbal Colapinto destacó el «orgullo» que siente por su hijo, aunque evitó explayarse sobre la chance de que vuelva a correr en una competencia oficial en el corto plazo.

«Siento un orgullo total, felicidad, emoción, llanto, todo junto. Como padre se mezclan todos los sentimientos. La madre y las hermanas están igual», señaló en declaraciones a la agencia 
Noticias Argentinas. Y añadió: «era por lo que el peleaba de chico y cuando lo dejé en Italia sabía que iba a ser difícil, pero ya está ahí adentro».

No obstante, Aníbal evitó dar detalles de la actualidad de su descendiente en la escudería gala y de como el traspaso incidió en su carrera:  “No voy a hablar de eso, de Fórmula 1 y del presente de Franco, no puedo”.

Por otra parte, remarcó que «este nene tiene algo si pilotos de la talla de Fernando Alonso (bicampeón del mundo con Renault en 2005 y 2006), Lewis Hamilton (el más laureado de la historia con siete títulos) y hasta el propio Max Verstappen (cuenta con cuatro consagraciones), que no es de hablar mucho de otros pilotos, lo hayan apoyado».

Además, se refirió a la carrera llevada a cabo en Bakú, el año pasado, en la que Franco Colapinto logró sus primeros cuatro puntos en la categoría al finalizar en el octavo puesto y despertó 
interés en varios equipos.

«Casi me muero. Si no me morí ahí es porque indudablemente del corazón debo andar bien», bromeó. Y luego reconoció: «Casi me muero en su debut en Monza, pero soy muy sanguíneo, lo llevo en la sangre. Suelo ir atrás para que no me vea nadie. Somos muy pocos los que sabemos lo que costó llegar a donde está hoy».

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