«Mileipalooza» en el Congreso: tribuna militante y polarización con el kirchnerismo

Como en la Asamblea Legislativa del 1 de marzo y en el Pacto de Mayo, el presidente Javier Milei refritó hoy en el Congreso un discurso inflamado de retórica incendiaria, teoría del Estado anarco capitalista y polarización con el kirchnerismo como estrategia de autovalidación, con los palcos colmados de militantes libertarios que contrastó con un recinto semivacío por el faltazo de legisladores de casi todas las fuerzas políticas.

La arenga del coro de las Fuerzas del Cielo se hizo sentir de punta a punta en el «Mileipalooza», y el León volvió a rugir al principio y al final para el frenesí de su manada. 

En el medio, leyó un discurso casi sin despegar la vista de las hojas que estaban apiladas sobre el atril. 

No faltó nadie de los propios al show. Estuvo la comandancia de ministros en pleno, siendo Patricia Bullrich una de las más ovacionadas cuando destacó como un logro de su gestión la eliminación de los piquetes.

Fue una presentación del Presupuesto absolutamente disruptiva y atípica, ya que tradicionalmente es el ministro de Economía quien está a cargo de la primera defensa del proyecto de ley de leyes. 

Luis “Toto” Caputo, un ministro no demasiado hábil para la exposición en público, respiró aliviado y satisfecho mientras Milei subrayaba los presuntos éxitos de su gestión económica por cadena nacional.

Milei aceptó el desafío que le planteó Cristina Kirchner en la última semana y recreó, a lo batalla de gallos de free style, este duelo “a dos voces” que le sirvió para reforzar el relato de ultra polarización con el kirchnerismo, un escenario que -estima- le viene como anillo al dedo para su construcción política a mediano plazo.

Esta deriva se vio varias veces. Fue cuando recordó una frase del antiguo filósofo griego Cicerón de hace más de 2.000 años con alabanzas al equilibrio fiscal, la cultura del trabajo y el no intervencionismo estatal.

«Ustedes de eso aprendieron nada«, lanzó girando la cabeza fijando la mirada en la bancada semivacía de Unión por la Patria.

También tuvo un cruce con el presidente del bloque kirchnerista, Germán Martínez, quien no pudo resistirse a la tentación y le reclamó: “Hablá sin leer”.

La respuesta de Milei fue inmediata. “Vos seguí sumando con dificultad, Martínez”, castigó el líder libertario, en una ocurrencia festejada con risas de parte de su tribuna. 

“Los jubilados sí saben sumar”, advirtió el diputado de Unión por la Patria Itai Hagman en la salida del mitín libertario.

De los kirchneristas solamente estuvieron apenas una veintena de los 99 miembros, en una decisión política que apuntaba a no prestarse al juego de agresiones del presidente. Marcaron presencia solamente los integrantes de la comisión de Presupuesto.

Se mantuvieron serios, incómodos, sin moverse de sus bancas durante los 42 minutos y 41 segundos que duró el mensaje de Milei, y solamente cambiaron el semblante en pocas ocasiones cuando lo que escuchaban de boca del presidente les parecía demasiado inverosímil como para fingir normalidad.

Los radicales estaban menos tensos y charlaban con los diputados del PRO, de la Coalición Cívica y los pocos legisladores de Encuentro Federal que fueron de la partida. Pero tampoco festejaron el discurso del mandatario, a excepción de cuando destacó el proyecto de Boleta Única de papel. Aplaudieron a rabiar, reclamando derechos de autor sobre esa iniciativa. 

Los diputados de La Libertad Avanza estaban como en un cumpleaños, a los abrazos entre ellos, con los del PRO, con los ministros. Se sacaban fotos y respondían a las arengas y cánticos de los militantes que ocupaban lugar en los palcos. 

La que llevó un séquito propio fue la santafesina Romina Diez, que estaba exultante. En varias ocasiones, esa banda entonó el jingle de su campaña para la provincia de Santa Fe. 

En un momento, antes de que ingresara Milei, Diez no se pudo contener y subió al palco para abrazarse y sacarse fotos con los suyos. 

En las plateas estaban varias caras conocidas del universo libertario, como el legislador Agustín Romo y el influencer y forista Mariano Pérez. También los padres de Javier y Karina Milei.

Con la fe de los conversos, Daniel Scioli se ubicó encima del presidente, en uno de los palcos que tradicionalmente se asigna a la prensa parlamentaria. Con gesto adusto, fiel a su estilo, bebió cada sorbo del discurso de su nuevo jefe. 

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