Un día como hoy, pero hace 10 años, se daba uno de los días más importantes en la carrera de Marcelo Gallardo como director técnico de River. Se trata del triunfo por 1-0 ante Boca, por la vuelta de las semifinales de la Copa Sudamericana.
La ida, que se llevó a cabo una semana antes en La Bombonera, había terminado 0-0, por lo que la serie debía definirse el 27 de noviembre en El Monumental.
El partido comenzó de la peor manera para el equipo de Núñez, debido a un penal de Ramiro Funes Mori a los 20 segundos de juego. Esta situación pudo haber hecho todo muy cuesta arriba para River, ya que en caso de que su rival convirtiera la “pena máxima” hubiesen tenido que anotar dos goles ya que con el empate 1-1 no les iba a alcanzar por el gol de visitante.
Sin embargo, el por entonces arquero de River, Marcelo Barovero, entró en la historia del club al atajarle el penal al delantero de Boca Emmanuel Gigliotti.
Aquel gesto de “Trapito” haciendo que no con el dedo índice de su mano derecha quedó en la memoria de todos los hinchas de River, que volvieron a respirar tras un arranque de partido que parecía ser una pesadilla.
Hace pocos días Barovero atajó un penal en la Copa Potrero e hizo el mismo gesto, generando seguramente una sonrisa en más de un hincha del “Millonario”.
El partido finalmente terminó en triunfo por 1-0 para River gracias al gol de Leonardo Pisculichi a los 16 minutos del primer tiempo, con una soberbia definición al palo derecho del arco defendido por Agustín Orión.
De esta manera, River clasificó a la final, donde derrotó a Atlético Nacional para conseguir su primer título internacional en 18 años.
Aquella serie ante Boca, y especialmente ese partido que se disputó hace exactamente 10 años, fue un punto de inflexión en la era Gallardo y un antes y un después para el equipo de Núñez, que comenzaba una de las épocas más gloriosas de su historia.
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